Disfruta del verano sin preocupaciones

En nuestro día a día, las personas podemos sufrir heridas de forma inesperada, las cuales implican la necesidad de tratarlas y conseguir su cicatrización en el menor tiempo posible, evitando así la aparición de ciertas complicaciones asociadas a las mismas.

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El verano es la estación del año en la que realizamos un mayor número de actividades de ocio debido a su agradable clima y tiempo vacacional. De esta forma, es posible observar un pequeño incremento en el número de heridas que sufrimos, debido al aumento de actividad. Pero esto no debe frenar nuestras ganas de disfrutar y realizar todo tipo de actividades.

Como comentábamos anteriormente, es importante conocer cómo abordar las heridas para poder iniciar su tratamiento nada más sufrirlas, consiguiendo su rápida cicatrización y disminuyendo el riesgo de aparición de complicaciones.

Para ello, debemos de tener en cuenta: 

  • LIMPIEZA DE LA HERIDA1: cuando sufrimos una herida, debemos realizar una correcta limpieza de ella. De esta forma, eliminaremos todo cuerpo extraño y toda la suciedad presente sobre la misma, lo que implicaría un mayor riesgo de infección y otras posibles complicaciones. Además, al realizar una correcta limpieza y desbridamiento de la herida estaremos favoreciendo el proceso de cicatrización, consiguiendo que nuestra herida cierre con mayor facilidad.
 
  • INFECCIÓN: muchas de las heridas terminan infectándose, presentando mayor o menor riesgo con relación a:

·    Factores de riesgo individuales2,3 (estado del sistema inmunitario, edad, tratamiento farmacológico actual, presencia de patologías…),

·  Factores de riesgo ambientales4-6 (suciedad del entorno, mal manejo de la humedad, uso de técnicas asépticas inadecuadas…)

·   Factores relacionados con el patógeno causante de la infección7 (virulencia del germen, cantidad de microbios en la herida, especie de microorganismo presente…).

Es importante realizar un buen diagnóstico de esta infección para saber si nuestra herida está infectada. Este diagnóstico es meramente clínico, donde detectaremos signos clínicos de infección sobre la herida, como pueden ser:

        enrojecimiento de la herida,

        dolor de la herida,

        aumento de la temperatura en la zona de la herida,

        induración alrededor de la herida…

  • Con la aparición de estos signos, podemos sospechar de la presencia de infección y por lo tanto debemos comenzar con un tratamiento antimicrobiano, tal y como recomiendan las guías científicas actuales8. A las 2 semanas de comenzar con este tratamiento valoraremos la evolución de la herida para decidir si es necesario realizar un cambio de tratamiento9.

En Urgo Medical tenemos disponible UrgoClean Ag, un apósito antimicrobiano con fibras poliabsorbentes y la tecnología TLC-Ag, capaz de combatir la infección local de manera integral y con poder de limpieza continua.

 
  •    EXUDADO Y PIEL PERILESIONAL: es importante proteger toda la piel que rodea a la herida. Para ello debemos controlar el nivel de exudado presente en la herida a través de una buena pauta de cura (cambios de apósito en función del nivel de exudado, gestión de la causa que me provoca el exudado la cual en muchas ocasiones es la propia infección…). Además, debemos utilizar productos barrera para ayudarnos en dicha protección siempre que sea necesario.

 

  • FAVORECER EL PROCESO DE CICATRIZACIÓN:  debemos facilitar que el proceso de cicatrización de la herida avance en las mejores condiciones posibles para poder reducir el tiempo de cicatrización. Para ello, según muestra la evidencia científica, de forma general deberemos realizar una cura en ambiente húmedo, CAH, (excepto en las situaciones donde existe esa contraindicación) 10.
De la misma forma, en algunas ocasiones podemos presentar circunstancias que dificulten el proceso de cicatrización, manteniendo la herida en un proceso inflamatorio constante11-16. En estos casos, para poder lograr esa aceleración en el proceso de cicatrización, deberemos tratar la causa de esa inflamación mantenida, disminuyendo el exceso de metaloproteasas (MMPs, enzimas endógenas implicadas en el proceso de cicatrización cuando se encuentran en niveles óptimos pero que lo dificultan cuando se encuentran en exceso)17.

Existen apósitos que disminuyen este exceso de MMPs para poder afrontar esta dificultad en la cicatrización18, como la gama UrgoStart, que incorpora la tecnología TLC-NOSF.

 

Pero… ¡igual de importante es tratar la causa que ha provocado esa herida!

Por ejemplo, si la herida ha sido provocada por un exceso de presión mantenida, debemos aliviar las presiones sobre la herida para poder potenciar su cicatrización. Para ello se utilizarán apósitos de espuma protectores, emolientes grasos, o superficies especiales de manejo de la presión en casos más extremos19.

La mayoría de las heridas que sufrimos en las piernas, están relacionadas con la presencia de enfermedad venosa crónica20, la cual consiste en una dificultad para realizar un adecuado retorno de la sangre al corazón21. La presencia de esta patología va a favorecer la aparición de heridas espontáneas o heridas tras un pequeño traumatismo en cuyo abordaje es imprescindible si queremos cerrar la herida en el menor tiempo y las mejores condiciones posibles. Para ello, la terapia compresiva multicomponente es el tratamiento recomendado por diferentes guías nacionales e internacionales22-25. Se trata de un vendaje que facilitará el correcto retorno venoso y por consiguiente la cicatrización de este tipo de heridas.

En Urgo Medical, tenemos disponible UrgoK2, un sistema de compresión multicapa multicomponente que combina dos vendas de compresión complementarias (corta y larga tracción) e indicadores de presión PresSure System en ambas vendas que guían la aplicación a la presión y solapamiento adecuados, garantizando una compresión continua y fiable.

En el caso de las personas diabéticas, las úlceras de pie diabético (UPD) son heridas muy frecuentes de las que debemos hacer un buen diagnóstico y consiguiente tratamiento. Podemos encontrar:

  • UPD isquémicas (afectación vascular),
  • UPD neuropáticas (afectación sensorial),
  • UPD neuro-isquémicas (afectación vascular y sensorial)26.

La forma de abordar cada una de ellas no es la misma, pero existe un estándar de tratamiento para este tipo de heridas que nos ayudará en su abordaje, el cual contempla: asegurar el aporte vascular, el tratamiento de la infección, un buen control metabólico, la cura local de la herida y las descargas, que nos ayudarán a abordar el tratamiento etiológico de este tipo de heridas27.

Un buen tratamiento integral de cualquier herida es la pieza clave para favorecer su cicatrización y terminar con esa herida en el menor tiempo posible. Teniendo claro cómo debemos tratarlas, no debemos limitar nuestra actividad rutinaria ni nuestras actividades de ocio sobre todo ahora en verano.

¡Disfrutemos!

 

Referencias:

  1. Allué Gracia MA, Ballabriga Escuer MS, Clerencia Sierra M et al. Heridas crónicas: un abordaje integral. Huesca: Colegio Ofi cial de Enfermería de Huesca; 2012.
  2. Kalan LR and Brennan MB. Ann NY Acad Sci, 2019; 1435(1): 79-92.
  3. World Union of Wound Healing Societies. Consensus document. Surgical wound dehisence improving prevention and outcomes. Wounds International, 2018
  4. Schultz GS et al. Wound Repair Regen, 2003; 11(Suppl 1): S1-28.
  5. Torpy JM et al. JAMA, 2005; 294(16): 2122.
  6. Swanson T et al. Wounds Middle East, 2015; 2(1): 20-5.
  7. International Wound Infection Institute (IWII). (2022). Wound Infection in Clinical Practice, principles of best practice.
  8. International Wound Infection Institute (IWII). (2022). Wound Infection in Clinical Practice, principles of best practice.
  9. International expert working group. Appropiate use of silver dressings in wounds. Wounds international, 2012
  10. WINTER G, SCALES JT. Effects of fair drying and dressings on wounds. Nature. 1963;197:99.
  11. Wysocki, A.B., Staiano-Coico, L., Grinnel, F. Wound fluid from chronic leg ulcers contains elevated levels of metalloproteinases MMP-2 and MMP-9. J Invest Dermatol 1993; 101: 1, 64–68.
  12. Bullen, E.C., Longaker, M.T., Updike, D.L. et al. Tissue inhibitor of metalloproteinases-1 is decreased and activated gelatinases are increased in chronic wounds. J Invest Dermatol 1995; 104: 2, 236–240.
  13. Nwomeh, B.C., Liang, H.X., Cohen, I.K., Yager, D.R. MMP-8 is the predominant collagenase in healing wounds and non-healing ulcers. J Surg Res1999; 81: 2, 189–195.
  14. Wysocki, A.B., Kusakabe, A.O., Chang, S., Tuan, T.L. Temporal expression of urokinase plasminogen activator, plasminogen activator inhibitor and gelatinase-B in chronic wound fluid switches from a chronic to acute wound profile with progression to healing. Wound Repair Regen 1999; 7: 3, 154–165.
  15. Tarlton, J.F., Bailey, A.J., Crawford, E. et al. Prognostic value of markers of collagen remodeling in venous ulcers. Wound Repair Regen 1999; 7: 5, 347–355.
  16. Rayment, E.A., Upton, Z., Shooter, G.K. Increased matrix metalloproteinase-9 (MMP-9) activity observed in chronic wound fluid is related to the clinical severity of the ulcer. Br J Dermatol 2008; 158: 5, 951–961.
  17. Schaper NC, Van Netten JJ, Apelqvist J, Lipsky BA. Guías del IWGDF para la prevención y el manejo de la enfermedad de pie diabético.
  18. Munter K, Maume S, Augustin M et al. The reality of routine practice: a pooled data analysis on chronic wounds treated with TLC-NOSF wound dressings. Journal of Wound Care. 2017;(2).
  19. Soto I, Zavala M. Valoración del riesgo de formación de úlceras por presión en el anciano hospitalizado. Gerokomos 2003; 14 (3): 157-64.
  20. Sosa Vázquez Onerys Ramón. Úlceras flebostáticas. Rev Cubana Angiol Cir Vasc  [Internet]. 2017  Jun [citado  2019  Ago  08] ;  18( 1 ): 82-92. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1682-00372017000100008&lng=es
  21. Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas. Guía de práctica clínica: Consenso sobre úlceras vasculares y pie diabético. Tercera edición. Madrid: AEEVH, 2017.
  22. Conferencia Nacional de Consenso sobre Úlceras de la Extremidad Inferior. Documento de Consenso CONUEI. Barcelona: CONUEI: 2009
  23. European Wound Management Association (EWMA). Management of Patients With Venous Leg Ulcers: Challenges and Current Best Practice. J Wound Care. 2016 Jun; 25 Suppl 6:S1-S67.
  24. O’Meara S. et al. Compression for venous leg ulcers (review). The Cochrane database of systematic reviews 2012; 1-192
  25. Conferencia Nacional de Consenso sobre la úlceras de la extremidad inferior Documento de Consenso CONUEI 2018
  26. Schaper, N. C.; Nabuurs-Franssen, M.H.: “The diabetic foot: pathogenesis and clinical evaluation”. Semin. Vasc. Med. May, 2002, 2 (2), pp. 221-228.
  27. IGWF – IWGDF Guidance on footwear and offloading interventions to prevent and heal foot ulcers in patients with diabetes 2015
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¿Cómo funciona la piel?

La peau comment ça marche? Urgo Medical

 

La piel está compuesta por múltiples capas una encima de la otra:

  • La epidermis: es la capa más externa de la piel. Su capa más externa, es la capa córnea, similar a una superposición de células planas y resistentes. Sirve como barrera protectora, resguardando al cuerpo de los microbios. Está recubierta de poros por los que sale el sudor para refrigerar la piel. También alberga pequeños receptores conectados con el cerebro, incluidos los receptores del dolor. Finalmente, una película oleosa, acuosa e invisible, denominada película hidrolipídica, garantiza que la piel se mantenga impermeable e hidratada. La epidermis también actúa como pantalla solar y produce melanina, el pigmento que da a la piel su color.
  • La dermis: es la capa intermedia y está vascularizada La dermis es un tejido rico en fibras de elastina y colágeno, que le confieren su elasticidad y resistencia. En el corazón de sus fibras y células, este tejido alberga las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos. También contiene una multitud de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, así como sensores que reaccionan a presión o al tacto. Con la edad, la dermis pierde tono y se forman pliegues, dando lugar a las arrugas.
  • La hipodermis: Sirve de interfaz entre la dermis y las estructuras móviles situadas debajo, como los músculos y los tendones. También protege el cuerpo de impactos físicos, variaciones de temperatura y sirve para almacenar el tejido adiposo (como reserva de grasa).

Por lo tanto, la piel funciona igual que un ecosistema real. Requiere cuidados especiales, puesto que es esencial para el organismo.

¿Sabías que…? La piel es un órgano vivo

La piel de un ser humano adulto alcanza una superficie de aproximadamente 2 metros cuadrados. Pesa en torno a los 3,5 kilos en las mujeres y varía entre 4,5 y 5 kilos en el caso de los varones, convirtiéndola así en el órgano más grande del cuerpo. Pasa por ciclos específicos y es capaz de distinguir la diferencia entre el día y la noche, e incluso reacciona a ciertos componentes y fragancias (según su pH). La piel se encuentra en continuo cambio. Para poder desempeñar su papel de pantalla protectora, se desprende de 2 capas de células muertas al día. Esto explica que la epidermis se renueve más de 1000 veces a lo largo de 70 años de vida.

Los principios fundamentales de la cicatrización

Las heridas agudas y crónicas tienen distintos tiempos de cicatrización. Las heridas agudas (quemaduras, cortes, arañazos, etc.) se curan de forma más rápida (en unas 2-4 semanas) que las heridas crónicas, que suelen tardar  de media 210 días, casi 7 meses. El tiempo medio de cicatrización es de 210 días1, lo cual equivale a casi 7 meses. Las heridas crónicas suelen estar relacionadas con una enfermedad subyacente como la diabetes, o la insuficiencia venosa o arterial, que han de tratarse al mismo tiempo. 

El proceso de cicatrización se puede dividir en 3 fases, cada una de las cuales desempeña un papel fundamental en el camino hacia la cicatrización. 

Las 3 fases de la cicatrización:

          1 / Fase de desbridamiento o limpieza

Inmediatamente después de que se produzca la herida, se pone en marcha un importante mecanismo celular. En primer lugar el cuerpo desencadena un sistema de reparación de emergencia para frenar la hemorragia y evitar la pérdida de sangre. Posteriormente,  Comienza un proceso de limpieza «fisiológica». La herida elimina por si misma el tejido desvitalizado que ha dejado de desempeñar su función de protección en el organismo Esta fase inflamatoria resulta aún más evidente en las heridas crónicas. La herida puede estar cubierta por una capa amarillenta (fibrina), que precisa de un tratamiento local adecuado para la retirada de este tejido.

       2 / Fase de granulación o regeneración

El proceso de reparación continúa con este nuevo paso. La herida adopta una apariencia más granulosa. De hecho, aparecen un sinfín de pequeñas formaciones en forma de «frambuesa» (tejido de granulación), que irán rellenando la herida gradualmente. Su aspecto rojizo y brillante se explica por la intensa producción de colágeno y la producción de nuevos vasos sanguíneos por parte del organismo.

       3 / Fase de epitelización

Poco a poco, comenzando por los bordes, la herida se va contrayendo para, finalmente, cerrarse. Parece más seca. Posteriormente, comienza a formarse piel nueva, rosácea y delgada al principio, hasta que cubre la herida por completo y se convierte en una cicatriz. A menudo, la cicatriz tiene un color más claro que el tejido circundante, hasta que las células cargadas con melanina, responsable de la pigmentación de la piel, comienzan a hacer su trabajo meses después.

En las semanas posteriores a la cicatrización es recomendable evitar la exposición al sol de la nueva epidermis.

¿SABÍAS QUE…? Las cicatrices son fans de la hidratación

Tras el largo proceso de reconstrucción, la piel se merece un poco de atención. Además de mantenerlas fuera del alcance del sol (SPF 50 en todo momento), a las cicatrices les gusta la hidratación. La aplicación diaria de crema hidratante nutre la piel y «relaja» la cicatriz. No es necesario presionar fuerte. Un movimiento circular, suave y repetitivo hasta que la piel absorba la crema es suficiente para disfrutar de sus efectos beneficiosos.

 
1-Munter K, Maume S, Augustin M, Senet P, Kérihuel J. The reality of routine practice: a pooled data analysis on chronic wounds treated with TLC-NOSF wound dressings. JOURNAL OF WOUND CARE. 2017;(2)

Factores de riesgo

les facteurs de risque - Urgo Medical

 

Algunos factores pueden comprometer la cicatrización de una herida, o incluso provocar que la herida  se cronifique, con todos los riesgos de complicaciones que esto implica, incluido el riesgo de reaparición.

A continuación, mostramos algunos de los factores de riesgo que suelen aparecer:

Factores de riesgo relacionados con enfermedades
  • Insuficiencia venosa: Impide el adecuado retorno de la sangre al corazón, provocando que la sangre se acumule en las venas
  • Diabetes: Provoca un desequilibrio de los niveles de glucosa en sangre, daños en las arterias y nervios, especialmente a nivel de los pies, haciendo que algunos tipos de lesiones o heridas (incluso leves) resulten imperceptibles para el paciente.
  • Insuficiencia arterial: Impide que la herida esté suficientemente irrigada con sangre oxigenada, que suministra el oxígeno y los nutrientes necesarios para la cicatrización local.
  • Malnutrición: Responsable del déficit de los nutrientes esenciales que necesita la herida para repararse y cicatrizar.
 
Factores de riesgo relacionados con el estilo de vida
  • Fumar: Puede dañar las arterias (placa ateromatosa en las paredes) y, por lo tanto, reducir el suministro de oxígeno a la herida.
  • Llevar calzado incómodo: Puede impedir el flujo sanguíneo en una zona del pie, ejercer presión sobre una herida existente o zona con riesgo de ulceración  o provocar fricción con daños en la piel.
  • Falta de las normas básicas de higiene: Incluye aseo diario, secado adecuado entre los dedos de los pies tras el lavado, corte de las uñas de los pies, etc.
  • Vida sedentaria: Aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes. Un nivel mínimo de actividad física es, por tanto, recomendable para garantizar el equilibrio metabólico.
 
Factores de riesgo relacionados con el perfil del paciente 
  • Edad: La piel se vuelve más fina con la edad, lo que incrementa aún más el riesgo de debilidad tisular. Las personas mayores también son más propensas a tener la piel seca, dado que está peor hidratada que la piel joven. Su falta de elasticidad la hace menos resistente incluso a los impactos más leves y puede ralentizar el proceso de cicatrización. Además los pacientes de edad avanzada sufren un incremento de concentración y actividad de las Metaloproteinasas. Estas enzimas se encargan de equilibrar el lecho de la herida para facilitar la construcción del nuevo tejido. Un incremento de este factor provoca una ralentización de la cicatrización.
  • Salud mental: El estrés y la depresión son habituales entre los pacientes que sufren una herida que a veces tarda mucho tiempo en cicatrizar. El tratamiento de estos factores, ya sean relacionados con el dolor, el tiempo necesario para la cicatrización, un tratamiento difícil o una sensación general de ansiedad, resulta esencial para que la herida cicatrice.

Además de estos grupos de factores de riesgo, existe otro factor de riesgo para la cronificación de una herida: La infección de la herida. Una herida infectada sufrirá un retraso en su cicatrización ya que los microogarnismos que la han colonizado impiden un normal desarrollo de la fase de cicatrización. Evitar y tratar la infección es clave para una correcta cicatrización.

¿Qué es una herida?

Existen dos clases de heridas:

  • Heridas agudas

Se pueden describir como heridas que aparecen repentinamente debido a factores externos. Son heridas agudas, las quemaduras, heridas traumáticas, post-operatorias, cortes, laceraciones u otras. En el caso de estas heridas agudas, el proceso de curación fisiológico dura entre dos y cuatro semanas (puede encontrar más información en nuestro artículo «Los principios de la cicatrización»).

  • Heridas crónicas

Estas heridas suelen ser, con frecuencia, resultado de una enfermedad subyacente o cambio en el estado general del paciente, que retrasa el proceso de curación. Estas incluyen úlceras en las piernas, úlceras de pie diabético o incluso úlceras por presión. Su tratamiento requiere tratamiento localizado para las heridas, pero también tratamiento de la enfermedad subyacente, que puede ser insuficiencia venosa o arterial, diabetes, inmovilización prolongada asociada a la malnutrición y/o incontinencia. Estas heridas tardan más en curar (hasta 210 días de media1) y suelen ser recurrentes, motivo por el cual es importante prevenir su reaparición, sobre todo en el caso de las úlceras venosas de la pierna. La edad también es un factor de riesgo para la aparición de las heridas (debido a la larga progresión de la enfermedad subyacente) y un proceso de curación menos efectivo, (puede encontrar más información en nuestro artículo «Factores de riesgo»).

Independientemente del nivel de los daños provocados en las distintas capas de la piel, cada herida, ya sea aguda o crónica, requiere unos cuidados y un tratamiento adecuados. De hecho, la rotura  más leve de la piel expone al cuerpo humano a la contaminación bacteriana y, por tanto, a un riesgo de infección.

¿Cómo tratar una herida?

Para ayudar a tratar una herida, sigue los siguientes consejos:

  • En primer lugar, limpia la herida con agua, preferiblemente agua caliente. Elimina cualquier cuerpo extraño de la superficie o incluso dentro de la herida (grava, tierra, trocitos de cristal, esquirlas de metal, etc.).
  • Si el tejido está especialmente rojo en torno a los bordes de una herida aguda, o existe sensación de calor (signo de inflamación local) o está amarilla/verde (signo de la presencia de pus), si la herida supura bastante, si desprende un olor desagradable o si hay fiebre, acude a un médico o enfermera inmediatamente, puesto que probablemente esté infectada.
  • Debes acudir a tu médico o enfermera si tienes una herida crónica de cualquier tipo, que aparece o persiste.

Lee nuestro artículo sobre «Cómo cuidar una herida».

SABÍAS QUE… / Bajo la piel hay…

Cada centímetro cuadrado de piel humana contiene 2,4 metros de vasos sanguíneos, situados principalmente en la dermis y la hipodermis. Estas capas son las capas más profundas de la piel (léase nuestro artículo sobre «La piel»).

 
(1) Referencia: Informe del Ministerio de Seguridad Social y del Parlamento francés sobre la evolución de los gastos e ingresos en los seguros de salud en 2014 (Ley de 13 de agosto de 2004) – julio de 2013