Habitualmente las quemaduras se generan en accidentes domésticos que suceden, principalmente en la cocina o en el jardín. En casi la mitad de los casos, las quemaduras han sido provocadas por el contacto directo con fuego o un líquido/ objeto caliente. En cambio, las explosiones, las quemaduras químicas y la exposición a la luz o la radiación son mucho menos habituales. El brazo es la parte del cuerpo humano que se ve afectado con mayor frecuencia por las quemaduras, seguido de la cabeza y las piernas. Las quemaduras también pueden tener como resultado efectos funcionales, estéticos y psicológicos. Además el riesgo de que una quemadura se infecte es alto.
¿Qué es una quemadura?
Una quemadura es, ante todo, una lesión de la piel que en ocasiones afecta al tejido subyacente.
Existen cuatro tipos en función de la causa que la produce:
- Térmica, se produce tras el contacto con un sólido (brasas, hierro caliente, horno, etc.), líquido (agua/aceite hirviendo/hidrocarburo en llamas) o tras una explosión. Como consecuencia, la piel queda parcial o totalmente destruida. Sin embargo, el frío intenso también puede provocar quemaduras.
- Química, provocada por un producto cáustico (ejemplo: ácido).
- Eléctrica, provocada por el contacto con una corriente o un arco eléctricos.
- Radiación, fundamentalmente radiación ultravioleta solar, rayos X o radiación nuclear.
¿Cómo se valora la gravedad de una quemadura?
La gravedad de la quemadura cutánea3 depende de tres criterios principales: su profundidad, su extensión en el cuerpo y su localización.
¿Cómo se valora ?
Utilizamos tres términos para describir la apariencia de la piel y sus lesiones.
- Quemadura de primer grado: enrojecimiento muy pronunciado que provoca dolor moderado y solo afecta a la capa superficial de la piel. La piel permanece intacta en sus otras capas. Un ejemplo típico son las quemaduras solares.
- Quemadura de segundo grado-superficial: aparición de ampollas que contienen un fluido claro, un signo de que la epidermis ha quedado destruida casi por completo. La herida es roja y dolorosa.
- Quemadura de segundo grado profunda: aparecen múltiples ampollas inmediatamente. No obstante, resulta menos dolorosa puesto que las terminaciones nerviosas han quedado destruidas. La herida tiene un color rosa blanquecino.
- Quemadura de tercer grado: de color marrón, blanco o negro e indolora. La epidermis y la dermis quedan totalmente destruidas.
¿Cómo se valora el alcance de una quemadura?
Se calcula como un porcentaje de la superficie del cuerpo. También se pueden calcular utilizando la palma de la mano, que representa el 1 % de la superficie del cuerpo.
– Ubicación
Hay algunas zonas que merecen especial atención, en particular la cara, las manos, los pies y el perineo.
También se tienen en cuenta otros factores como la edad de la persona (niños menores de 5 años o adultos de más de 60 años) y también si la persona sufre una enfermedad crónica (insuficiencia cardíaca, insuficiencia respiratoria o diabetes, por ejemplo).
Si la quemadura presenta uno de estos criterios de gravedad, llama al 112.
¿Cómo se debería tratar una quemadura?
Una quemadura es una lesión de la piel. Su tratamiento local inicial tiene como objetivo restablecer el tejido cutáneo y cualquier posible efecto secundario.
A pesar de que las quemaduras de primer grado curan de forma espontánea (tras pelarse levemente), las quemaduras de segundo y tercer grado necesitarán tratamiento específico que deberá dispensarlo un profesional sanitario.
– Qué hacer primero
Si la ropa de la persona cubre la zona afectada, no retirarla bajo ninguna circunstancia. Corres el riesgo de levantar la piel si está pegada. Cabe destacar que una quemadura grave puede producir hipotermia (escalofríos) puesto que la barrera cutánea ya no desempeña su función protectora.
– Crear un entorno propicio para la cicatrización
Una quemadura de segundo grado necesita un apósito no adherente para fomentar la cicatrización. Esta protección también previene el riesgo de infección.
De hecho, mantener la herida en un ambiente húmedo garantiza una cicatrización óptima, además será necesario realizar cambios de apósito cada 2 o 3 días.
En el caso de una quemadura de tercer grado se aconseja un injerto de piel total o parcial. Por lo tanto, las quemaduras de segundo y tercer grado deben tratarse en un centro especializado.
Por este motivo, los tiempos de cicatrización varían según el grado de la quemadura.
- Quemadura de primer grado: de 3 a 4 días.
- Quemadura de segundo grado (superficial): de 10 a 15 días
- Quemadura de segundo grado (profunda): de 15 a 20 días
- Quemadura de tercer grado: cicatrización a largo plazo, a menudo precisa un injerto.
¿Y después?
Es necesario controlar en todo momento la cicatrización. Sino se observa mejora tras varios días o si aparecen nuevos síntomas, habla con la enfermera o acude al médico.
Además, asegúrate de no exponer la cicatriz al sol durante al menos 6 meses.